Sunday, December 31, 2006

Estadísticas anuales

Se llega el fin de un año. En los periódicos, programas televisivos y otros medios se hace un recuento de lo mejor del año. A mí me sirve para ver y analizar mis hábitos de lectura: Así que, primero, aquí van mis estadísticas de lectura desde que inicié el proyecto de este blog.
Libros leídos al año:
24
Géneros representados:
Novelas: 11
Poesía: 2
Cuento: 7
Relato: 3
Crónica periodística: 1
Países representados en la lectura:
Japón 2
México 13
Argentina 2
Estados Unidos 2
Sudáfrica 1
España 1
Serbia 1
Polonia 1
Inglaterra 1
Por sexo del autor
Hombres: 23
Mujeres: 1
Mi ránking de excelencia corresponde este año a:
Mejor novela del año: Lo bello, lo triste de Yasunari Kawabata
Mejor libro de cuentos del año: En diferentes mundos: Rafael Bernal
Mejor libro de poesía: desierto por falta de quorum
Mejor libro de relatos: Relatos Urbanos, compilación
Mejor libro de otro género: desierto por falta de quorum
Conclusiones:
En definitiva ampliar el abanico de géneros. Las novelas están bien. Los cuentos también. Hace falta más poesía, lectura de la obra de autores de otros países y sobre todos, leer más novelas y puntos de vista femeninos. veamos cómo nos va este 2007 en lectura.

Galaor/ Hugo Hiriart

Brunilda ha sido encantada al momento de nacer. Cuatro hadas le han conferido dones que, en el mundo fantástico, la harían la más grácil, la más nubil entre las doncellas pero que, en el mundo de Galaor, la convierten en una crisálida con voz de tenor, con cuello de joven esforzado, musculoso y marmóreo como piel de un discóbolo. Sin embargo, una hada, Sota de Espadas, antes conocida como Morgana, le confiere a la doncella un sueño eterno que congele su fealdad, un sueño del que sólo despertará ante una muestra de amor desinteresado.
Esta es la premisa de Galaor, una novela de caballería donde la mitología y una imaginería esperpéntica se confabulan para crear un mundo donde los caballeros andantes conviven con Camaleoparditis, con grifos, con grandes reinos medievales. Hiriart no reconstruye una novela de caballería, la reelabora con cuestiones filosóficas sobre el ser, con personajes esperpénticos que se disputan la fealdad de Brunilda. Galaor disputará una y otra vez por recuperar a Brunidal de manos, primero de Nemoroso, después de Famongamadón.
Galaor de Gaula, (hijo literario del famoso Amadís de Gaula quien desquició a don Quijote) se interna en los jardines de las trescientas jornadas, pelea con el puerco del Autodomonte, cabalga a Janto, el corcel de Aquiles, se enemora de una enana, Timotea, y junto con don Oliveros y con don Tristan, quien padece de los mismos males que don Quijote -ataca un barril de vino pensando que es un puerco gigante-, se lanza a la búsqueda de su nombre
¿Qué más cosas se puede decir sobre una novela como Galaor? Precisa más tiempo para hablar sobre la puntualidad de la prosa, sobre el universo mágico, sobre los diálogos con apuntes teatrales, sobre la prosa poética que se despliega en diversas secciones, sobre la búsqueda del nombre. Sin embargo, el mejor apunte sería decir que la literatura se recrea en sí misma. Hay autores que recrean la realidad y otros que recrean la literatura. Galaor pertenece a esta segunda estirpe genial del que construye desde la fantasía y las palabras de otros.
Inicio lectura: 28 de diciembre
Fin lectura: 31 de diciembre
pp. 166
editorial: SEP Lecturas Mexicanas
ubicación: Monterrey

Tuesday, December 26, 2006

Es el viento/ César Gándara

Un hombre le cuenta a otro la historia de un ninja en Apodaca; un padre abraza a su hija mientras le dice al viento, en realidad a un brujo, que no le quitarán a su hija; una abuela que cuenta una historia que es sólo la versión de una misma historia son tan sólo algunas de las historias que César Gándara nos muestra en su libro Es el viento, también su opera prima. Sin embargo, en el centro del libro está Sonora, sus puertos, su ciudad capital, la imagen tenebrosa de un cangrejo que sale por la boca abierta de un hombre.
Todo libro es también un pequeño homenaje a nuestros escritores tutelares. César Gándara no se escapa de eso. Sus cuentos lanzan veladas anclas a la obra de Carver, de Salvador Elizondo y Rulfo. No son guiños fácilnes ni una simple imitación sino velados homenajes. Acá aparece un tono Carveriano, en otro un tono a una narración terestre, del pueblo, del pulso de la vida. Si los libros son imágenes y la imágen placer, Es el viento tiene muchas imágenes que lo producen: la visión del mar Bermejo, el niño que acaricia con cuidado una medalla religiosa ante de entrar al cuarto donde perdera su virginidad, el hombre que se acuesta con su cuñada. Y en el trasfondo del libro se encuentra el desierto, la playa, las parvadas de pelícanos que cruzan el desierto con vuelo incandescente.
¿Para qué narrar? se pregunta César Gándara en uno de sus cuentos y él mismo nos da la respuesta: para hablar siempre desde nosotros sobre las historias que nos han fascinado. En Es el viento Gándara se anima a contar desde él las historias que ha oído en Sonora, en las playas, las historias que le ha oído al viento.
inicio lectura: 23 de diciembre
fin lectura: 23 de diciembre
editorial: Programa editorial de Sonora
pp.58
ubicación: Monterrey

Tuesday, December 12, 2006

En diferentes mundos/Rafael Bernal

Uno de los personajes más entrañables dentro de la literatura negra mexicana es sin duda Filiberto García, el personaje de la novela El Complot Mongol de Rafael Bernal. Su frase de la Mongolia exterior está llena de calor, de vida y nostalgia. Sin embargo, tal parece que esta novela resume, para una gran mayoría, la obra de este narrador fuerte, interesante que fue Rafael Bernal. En diferentes mundos, el autor de origen michoacano retrata con una prosa sencilla, eficaz pero bien arraigada en las profundidades y dolores del alma humana.
Rafael Bernal es un autor al que no le sobran ni faltan las palabras, un autor medido, justo. Los cuentos que componen En diferentes mundos están casi milimétricamente revisados, cuidados. Bernal construye seres opuestos al mundo que viven. Tío Merced ve cómo las tradiciones se pierden, los hombres de San Mateo cómo les quitan el agua, en el cuento "El Mexicano", un mexicano cuenta al narrador -tal vez el mismo Bernal durante su estancia en Manila- lo extraño que es ser mexicano en Filipinas y su truculenta historia durante la invasión japonesa. En "Nueva York" un chico encuentro a una call girl judía y se queda con ella, pero es en "Hong Kong" donde Bernal utiliza todas sus armas para mostrarnos un grupo de seres bizarros, que no están en éste ni en otro mundo. Desde un enano mago a un negro benefactor y un dueño avaro y sedicioso, los personajes de Bernal se dejan querer, se dejan mirar con la colección de sus manías y soledades. Bernal da sus visos de autor del género policiaco en el cuento "La declaración" donde nos presenta a un policia japonés, uno de la CIA y una presunta asesina. En la historia se buscan las dos verdades del asesinato: el aparente y banal, el norteamericano, pero el profundo y doloroso, que busca el policia japonés. En ambos casos la respuesta se cumple.
En diferentes mundos es una obra sencilla, pulcra, sin grandes búsquedas estilísticas pero es imposible no darse cuenta que en esa aparente sencilles, pulcritud y busqueda estilística se encuentra algo de lo que a veces carece la literatura: el asombro de lo humano.
inicio lectura: 11 de diciembre
fin lectura: 12 de diciembre
pp. 188
editorial: FCE
ubicación: ciudad de México.

Saturday, December 09, 2006

La despensa del diablo/ Jim Crace

¿En dónde inicia la gula, al momento de pedir más una vez saciado o cuando se quiere innovar en lo que se come, agregándole juego, ingredientes extraños o historias extraordinarias? Una lata cuyo contenido nadie sabe, una forma original para recoger almejas, una caja de supermercado que sabe la vida doméstica de un soltero o el juego, aparentemente tierno de una madre e hija quienes desean saber si un bocado sabe igual en la boca de la otra son apenas atisbos, esbozos de esta cocina fantástica, límpida y exótica que el narrador inglés Jim Crace evoca en La despensa del diablo.
No hay que irse con la finta del título. El diablo no tiene más que una mínima aparición en los relatos breves o en los cuentos de este libro. La mayor parte de los personajes son amantes fieles a la gastronomía que salga de un habitual omellete de jamón o una ternera con vino tinto. Arvejas, pasteles con rellenos fantásticos, caldos de pescado, restaurantes que no sirven comida, viejos compañeros de desayunos y últimas cenas son parte de ese abanico en el cual se despliega el libro.
Crace, con una narrativa efectiva, candorosa en partes, arrebatada en otras, crea un universo fantástico en donde no caben ni hadas ni milagros, solamente la pureza de cocinas extrañas. Casi como un recetario el libro entrega generosamente sus sabores. A veces se antoja un recetario demasiado extenso pero, al igual que en los libros de cocina no todos los paladares gustan de lo mismo. Sólo hay que tener cuidado al terminar el libro y contener, si se es enfermo de gula, ese placer que consistiría en ir al bote de basura por los primeros desperdicios que se encuentren para hacer un estofado singular, como muchas de las historias de La despensa del diablo.
inicio lectura: 5 de diciembre
fin lectura: 9 de diciembre
pp. 190
editorial: Emecé
ubicación: ciudad de México

Monday, December 04, 2006

Variaciones sobre las tinieblas/Gustaw Herling-Grudzinski

El Mal siempre ha sido un tema fascinante. El Mal como tema ha dado obras geniales, ha sido el germen para grandes novelas de autores de todos los tiempos. En Variaciones sobre las tinieblas, Herling-Grudezinski reune tres historias donde los personajes son víctimas de un mal a veces con un origen fantástico, pero las más con un origen humano. En el cuento Don Ildebrando se habla sobre un doctor que cree en la iettatura, el mal del ojo. En la Monja Muerta el mal está en la visión de un cuadro inexistente de Goya donde una monja para estar muerta y no y en Santa, Beata, leemos la historia de una chica polaca que fue violada por los soldados serbios durante la guerra de los Balcanes y, al resultar embarazada, decide tener al hijo para beneplácito de la Iglesia Católica.
En los tres cuentos es un escritor, acaso el mismo Grudzinski, quien narra como personaje secundario los desvaríos de la mente, los desvaríos del corazón y también, los desvaríos de la santidad. El mal para el autor polaco reside en los tres cuentos en la maldición del mal del ojo, en la monja muerta, muerta a la iglesia cuando decidió tener a su primer amante, y en un ataúd que se cierra antes de tiempo en el último texto. En los tres cuentos, aunque completamente arraigados en el mundo de los real, persiste siempre un gen de la maldad que hinca sus dientes, un punto en el cual los tres personajes tienen una transformación maléfica, desde el ojo del doctor Fausto en Ildebrando, hasta la belleza no perecedera en la Monja Muerta o el sueño cataléptico en de la protagonista de Santa, Beata. Al final de cuentas, el autor polaco nos muestra en su libro los origenes del mal en tres personajes: los muestra sin grandes aspavientos técnicos y nos deja, como lectores, un poco consternados por estas vidas, nos deja como seres humanos con un poco de miedo por ese mal que anda ahí afuera, esperando su momento para aparecer.
inicio lectura: 1 de diciembre
fin lectura: 3 de diciembre
pp. 140
editorial: Metáfora.
ubicación: ciudad de México

Tolucanos/Carlos Olvera

Para el imaginario popular Toluca se puede definir en dos aspectos o tal vez tres: ahí venden chorizo, está a media hora del Distrito Federal y tal vez, ahí juega el, válgame la redundancia, el equipo de los diablos rojos del, sí claro que sí, del Toluca. En Tolucanos, Carlos Olvera rinde un homenaje a su ciudad natal y lo hace con un libro que es una reunión de textos de diversa índole. Desde cuentos a pequeños ensayos o reflexiones demográficas sobre la ciudad, Olvera transporta al lector desde las encomiendas que se hacían a los viajeros en el años de 1880 hasta el ir y venir de los toluqueños de la ciudad de México a la capital del Estado de México.
Sin embargo es un libro que, a pesar de tener ya dos ediciones, se antoja incompleto, no tan orgánico como al menos, la otra obra del autor que he leído: Mejicanos en el espacio. Sin embargo, muestra una panorámica interesante, muestra los entresijos de la ciudad choricera por excelencia, del estado que un día será conocido sólo como Edomex. Olvera sí muestra las costumbres, los hábitos hasta alimenticios de sus paisanos aunque sí deja en el texto un vago aliento costumbrista que no se sabe si funciona a favor o en contra del mismo. Sin embargo, es un libro ameno, interesante y que te arranca sonrisas y a veces, muchos otros libros ni siquiera nos dan ese consuelo.
inicio lectura: 1 de diciembre
fin lectura: 1 de diciembre
editorial: Tuna Astral
pp. 61
ubicación: ciudad de México.